Maria
“No hay ningún reino para mí que no hubiera sido reclamado por algún agresor, y un año más tarde no sabía ni siquiera si podría dar a luz a mi hijo, ya que permanecer en Viena era imposible.” Maria Theresa, recordando el año 1740.
Con solo 23 años, María Theresa asciende al trono austríaco. Juzgándola presa fácil, Federico de Prusia invade Silesia y rápidamente conquista la provincia austríaca. Unas semanas más tarde, Baviera, Francia y Sajonia se unen también al ataque y da comienzo la Guerra de Sucesión Austríaca. Pero los atacantes han subestimado un factor: la fuerza de carácter y la tenacidad de la joven emperatriz.
Maria es básicamente un juego para 3 jugadores. Uno lleva a Austria, otro Francia más Baviera, y un tercero tiene el papel esquizofrénico de llevar a Prussia (enemigo de Austria) y al llamado Ejército Pragmático (aliado de Austria) al mismo tiempo. Esto lo permite la división del tablero en dos sectores, el mapa de Flandes y el mapa de Bohemia. Maria se deriva en su concepción del premiado Friedrich, pero tiene su propio carácter muy distinto, introduciendo elementos como política, húsares, marchas forzadas y la elección del emperador. Las llaves de la victoria son sutiles maniobras, la toma de fortalezas y retiradas a tiempo, junto con jugadas políticas maquiavélicas. Sin embargo, los jugadores deben ser cautos: quien use sus Cartas Tácticas imprudentemente en la batalla puede verse repentinamente, no en el camino a la gloria, si no en el de la ruina. Maria te lleva a la era de la lucha despiadada por la supremacía en Europa Central en el s. XVIII. Tiene dos niveles de complejidad: un juego introductorio más corto, o el juego avanzado más largo y más profundo estratégicamente (y con campañas simultáneas en Bohemia y Flandes).